¿En qué consiste la valoración del suelo pélvico?
La valoración del suelo pélvico es importante realizarla en los casos que mencioné en el post anterior (https://www.impulsafisioterapia.com/debo-valorar-mi-suelo-pelvico/).
Muchas de vosotras, cuando tomáis la decisión de realizaros dicha valoración, venís con miedos, incertidumbre a lo desconocido, inseguridad…Por ello, quiero hacéroslo fácil explicando en qué consiste esta primera sesión de valoración. Quiero que conozcáis lo que hacemos, para que ese nivel de incertidumbre e inseguridad se reduzcan y acudáis a consulta más tranquilas :).
¿Quién realiza la valoración del suelo pélvico?
La realiza un fisioterapeuta especializado en esta esfera y es importante diferenciarla de la valoración ginecológica llevada a cabo por un ginecólogo.
En la valoración ginecológica se pretende detectar alteraciones de los órganos, enfermedades de transmisión sexual o cualquier tipo de patología.
Ambas valoraciones tienen finalidades distintas y lo idóneo sería poder hacerse las dos revisiones para tener una visión más completa de nuestro sistema uroginecológico.
¿En qué consiste la valoración del suelo pélvico?
Consiste en identificar cualquier alteración de las estructuras musculares, ligamentarias, óseas o neurológicas. Estas estructuras podrían provocar dolor y dar lugar a una disfunción uroginecológica, coloproctológica o sexual.
La valoración del suelo pélvico tiene las siguientes partes:
1. Interrogatorio clínico
Comenzamos preguntándole a la paciente, en caso de que sea mujer, sobre sus antecedentes uroginecológicos y obstétricos, si ha sido madre, cómo fue el parto y la recuperación postparto.
Continuamos preguntando acerca de aspectos importantes sobre la micción – defecación (cuantas veces va al baño, si va de manera natural o tiene que tomar suplementos, si tiene que apretar, si queda residuo postmicional…) y sobre las relaciones sexuales (si le duele en alguna postura, si no puede alcanzar el orgasmo, en caso de hombre si es eyaculador precoz o si no es capaz de mantener una erección…).
Hablaremos sobre cuáles son sus factores de riesgo para así prevenirlos o eliminarlos y aprenderán maniobras de protección para coger pesos, evitar dolor, evitar escapes de orina o heces.
También nos interesa cuáles son sus hábitos deportivos, qué actividad realiza o cual le gustaría retomar. Y por supuesto, acerca de su historial médico y profesión, coger peso continuamente, estar mucho tiempo sentado en una mala postura nos puede afectar a nuestra zona abdominopélvica.
Toda esta información nos ayuda a saber los síntomas actuales y a detectar las alteraciones en el funcionamiento del suelo pélvico.
Una vez acabado el interrogatorio, el paciente nos firma la protección de datos, un documento en el que nos autoriza a guardar toda su información bajo protección, y en el que le explicamos por escrito que vamos a hacer una valoración intracavitaria (vaginal y/o rectal), para la cual también necesitamos su consentimiento.
2. Valoración
Realizamos una exploración física, en la que valoraremos:
- la postura
- el estado y competencia de la musculatura abdominal: se valorará el estado de la musculatura profunda para ver si existe diástasis abdominal y verificaremos si cuando hace alguna hiperpresión o esfuerzo, los reflejos de activación del abdomen están activos.
- el patrón respiratorio (valoramos el tono del diafragma y si la parrilla costal se mueve correctamente).
Debe haber una sinergia correcta entre la columna lumbar, diafragma y abdominales; si éstos no trabajan adecuadamente, ello repercutirá sobre el suelo pélvico.
Posteriormente, pasamos a la exploración del suelo pélvico:
De forma externa, visualizaremos la coloración del área genital, si existen cicatrices adheridas o retracciones. Con una palpación muy suave, valoraremos la sensibilidad de la piel y los reflejos perineales.
Continuaremos con la exploración interna, introduciendo un dedo en la vagina (y si tuviera mucho dolor, la palpación podría hacerse por vía rectal). Detectaremos cuál es el tono muscular y la fuerza de la musculatura del suelo pélvico, tanto del plano superficial como profundo y para ello pediremos que contraiga sus músculos del suelo pélvico. Siempre con la regla de “no dolor”.
Veremos qué posición tiene la vejiga, el útero y el recto para valorar si existe algún prolapso y te pediré que tosas para ver como se comportan los abdominales y si el periné se contrae ante aumentos de la presión abdominal.
3. Información al paciente
Con toda la información obtenida tanto del interrogatorio como de la valoración, la fisioterapeuta resolverá todas las dudas que le surjan a la paciente. Propondremos los objetivos de tratamiento e indicaremos aproximadamente el número de sesiones que serán necesarias, en qué van a consistir y qué podrías hacer en casa por tu cuenta.
¿Tienes alguna duda? ¡Ponte en contacto con nosotros para resolverla!
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